jueves, 8 de marzo de 2012

Soul Train Festival en Madrid

La España más negra arrasa en su estreno


La maquinaria soul echa a rodar en la Sala Penélope el viernes 2 de marzo. Madrid es la primera parada de un tren lustroso, cuando tiene que parecer refinado y exquisito, y sexy y sucio cuando es lo que toca. El empuje necesario para mover el engranaje más funky lo ponen The Sweet Vandals, la elegancia de unos asientos forrados en cuero The Pepper Pots y la erótica instrumental que hace estremecerse a los raíles recién estrenados es obra de The Cherry BoppersEl paso por la primera estación de la primera edición del itinerante Soul Train Festival se saldó con estruendosos aplausos, bailes colectivos y una satisfacción de los asistentes por la buena inversión que hicieron. 

The Cherry Boopers


Visita al Hammond.- CRISTINA MORILLAS

Un Hammond paleolítico lleno (repleto) de muescas te obliga a girar la mirada hacia la derecha. Con los ojos cerrados te llama la atención el sonido torrencial del bajo, en primera línea de batalla. A la izquierda dan la réplica los vientos: un trombón aliado con un saxo tenor muy protagonista que te envuelve en el sensual mundo del saxofonista de Lost Highway. Una melena cheyenne maneja la guitarra con virtuosismo llevándola por donde quiere, ritmos cercanos al acid jazz, el groove, incluso al blues. La batería en su trono en el fondo, siempre atenta y convenciéndote de que voces las justas. Amplificándo sus notas un  Red Note que hace parecer nuevo al Hammond. Son The Cherry Boppers y vienen de Bilbao, Santutxu si nos podemos detallistas.



     Su música es juguetona e incansable, de ritmo atronador pero cuidada. Para el estreno del Soul Train ellos también llegan con algo nuevo. Hablamos de su última referencia Shakin' the hood (Keep On Boopin' Records, 2011). Su L.P. alumbrado en noviembre del año pasado ha recibido elogios por todas partes y teníamos ganas de ver su directo. La estética la cuidan, el saxo con zapatos blancos de charol no tiene desperdicio y el trombón se agita en un baile descordinado cuando no se deja los pulmones en su instrumento.

     En su concierto del viernes abrieron siguiendo las primeras pistas de su último disco. Casi calcadas del largo mostraron una progesión desde la maestría en la composición de Flying high hasta el divertimento de Hey. De allí a su primer disco con Groovy groovy y una versión del I don't need no doctor de Ray Charles. Al Shakin' the hood de nuevo para llegar a uno de los momentos estelares. Se sube la vocalista de The Sweet Vandals que deja su lugar vendiendo discos y regalando chapas para aportar voz, alegría y actitud en Wild imagination. Encaran la recta final revisitando el archifamoso Watermelon man de Herbie Hancock. El público enloquece y ellos echan el resto. Bajan a los infiernos el guitarrista y el saxo, mezclándose con las primeras filas. La cara de expresidiario del guitarrista te mira desde la misma altura y lo flipas. Un par de temas negros después La pulguita pone el broche, aderezado con una suerte de conga de músicos (ver foto arriba) que acaban cortejando al siempre sonriente teclista. Una hora para dejarse llevar y alucinar con su directo vibrante. ¡Madrugad los futuros asistentes al Soul Train y no os perdáis su concierto!



Sin el traje de gala se luce igual.- CRISTINA MORILLAS


Setlist
Blasfhem blaster
Hey
Flying high
The harvest
Groovy groovy
I don't need no doctor (Ray Charles)
Crosstown traffic
The two sides of the groove
Wild Imagination (con Mayka Edjole de The Sweet Vandals)
Watermelon man (Herbie Hancock)
Black Lolita
La pulguita



The Pepper Pots


Tres en raya de The Pepper Pots.- CRISTINA MORILLAS

Una par de vueltas por la sala par hacer tiempo. Mi ignorancia me obliga a poner en entredicho si vi a Santi Alcanda o es que imagino al locutor de Como lo oyes con una cara parecida a la de la persona a la que vi. El setlist pegado en el suelo del escenario me sorprende ¿No iban a hora Los Dulces Gamberros? Juraría que los títulos corresponden a la pulcritud y el aire colegial de las de Girona. Así es. El saxo de The Pepper Pots, de lo poco salvables de la banda, esa pléyade de siete músicos sinsorgo que arropan a las tres voces, comenta antes de su turno: "Estos vascos nos lo han puesto muy difícil". En efecto, la sombra de los bilbaínos es demasiado alargada. El soul con el distintivo old school se queda algo corto, naif e ingenuo después de la intensidad que habían mantenido The Cherry BoppersIndispensable una transfusión soul para sus próximos directos.

     Aclamadas internacionalmente y reconocidas también en España The Pepper Pots se presentaban en la cabeza del cartel. Para mi eran el grupo más familiar y esperado, más escuchado desde sus primeros discos como Swingin' Sixties y Shake it! (Brixton Records 2005 y 2007). Su pegada en el concierto no me convenció, aunque el público no dejó de cantar su canciones y reflejar en su cara una satisfacción que yo no compartía. La banda de acompañamiento, como ya he comentado, no sacaron a relucir todo su potencial. No hubo lugar para el lucimiento ni destellos de genialidad tan necesarios para romper la (monotonía no, algo parecido: uniformidad) de su música. Por su parte las tres voces femeninas de Adriana, Aya y Marina defendían, cada una valiéndose de sus fuertes, su amplio repertorio.


Marina fue Lolita.- CRISTINA MORILLAS


     Vestidas como si Mondrain se hubiese pasado a verdes y ocres safari, Adriana llevaba el mando casi todo el tiempo con esa mirada azul que buscaba en las primeras filas dónde fijarse para seducir. Despachaban su catálogo de dosis soul muy pegadas a su ultimo doce pulgadas Train to your lover (Double Back Records, 2011), todo lo contrario que el Time and Place del que no se escuchó nada, simultaneándolo con unas coreografías rígidas en la ejecución, carentes de plasticidad, pero simpáticas como propuesta. Se sucedían las canciones y mi mirada necesitada de algo llamativo que llenase de verdad y transmitiera actitud y sentimiento. Entonces se detiene en la (imagino) más joven de las tres. Marina pone la mejor voz y es la que tiene el porte para suplir al resto. Sus gestos entre cándidos y maliciosos, la punta de su lengua mordida asomando, el poco pudor a enseñar sus piernas hacen que al menos con algo te quedes. Sería feo decir que me sobran nueve pero ella sobresale y con su actitud eclipsa al resto, también a Aya, con raya de ojos felina para la ocasión. Con prisas dieron por concluido su concierto entre vítores de los que no era partícipe. 

Setlist
Instrumental
I can't choose
You hurt me really bad
Train to your lover
Time to live
Gladden your soul
Real true love
I need to hold your hand
Fated heart
It's not easy
Highway
You're still in my mind
You are the best song
That's enough forever
Let's go to dance
Wanna blindly trust in you


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The Sweet Vandals


Trío de ases.- CRISTINA MORILLAS


Daba por sentado que al acabar el festival compraría un CD de The Cherry Boppers pero me equivocaba. A las 22:30 tomaron el escenario unos auténticos genios del directo. Un Hammond XK3 con un soporte que lo convierte en el mueble que cualquiera querría tener en su salón tiene de compañero a un desatendido Electro 3 que mira con envidia a su hermano mayor. A las teclas un superhéroe, como nos revelarían Mayka, la vocalista que ataviada con su vestimenta de gala se intuye adalid de la asociación libres domingos y domingas. Una cara anfibia de rictus imperturbable sostiene un bajo y la guitarra de patillas espesas y la batería ladeada en la izquierda cierran el quinteto resumido en el calificativo en mayúsculas: JO-DERSu funk cada vez más soul contagiado de sutil jazz lo llevan al natural con la garra de Sharon Jones pero con la perfecta ejecución evidencia de las horas de ensayo. Esta banda comenzó su andadura por tierras madrileñas hará cinco años con su sorprendente disco homónimo The Sweet Vandals (Unique Records, 2007) y no han parado de crecer para ganarse una muy merecida fama aquí y más allá de nuestras fronteras.


     En su concierto dentro del Soul Train apremiaban las prisas pero ellos conseguían que cada uno de sus temas te envolviese en la magia de una sesión de soul que nunca querías que acabase. Tocaron las alturas con Burning, o en los momentos en los que el hammondista, permítanme la expresión,  cogió la trompeta y dejos sin palabras al personal. Seguida de alguna más lenta, como Beautiful, para que la locomotora no descarrilase del todo y viéramos también que la pausa es bella. Después de secarnos las lágrimas encaramos el fin de fiesta en el que hubo maracas, cencerros y el bajo por momentos tomo un cuerpo que te hacía preguntarte dónde habías andado hasta ahora que no habías fichado a The Sweet Vandals como un must. La emoción y la entrega a la que consagré el tiempo de su actuación son la razón de que no haya más notas que pasar a esta crónica. Eso es bueno.


PD: Acabé comprando su disco So Clear (Unique Records, 2011).


Una diosa a lo lejos.- CRISTINA MORILLAS


Setlist
In transit
You're gettin' it
Take me now
Burning
Move it on
You real (eso ponía)
Beautiful
Tiger
Change
(You will never (eso ponía)
Thank you for you


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Con el concierto de mañana en el Kafe Antzokia llegarán a su tercera parada, después de haber visitado Zaragoza, y solo quedará en el horizonte, al menos de momento, Barcelona, el día 23 en la sala Apolo: Imperdible.


Toda la familiada dice 'hasta pronto'.- CRISTINA MORILLAS


Texto: Juan P. Torres.
Multimedia: Cristina Morillas.
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